Lleva horas extraviado en alta mar. Sin ánimos ni aliento para nada. De repente, una esperanza. El pájaro ve una embarcación a lo lejos. Aletea con las fuerzas que le queDan para acercarse a ella. Se percata que la barca viene hacia él, y se alivia.
- Al fin podré descansar sobre el bote.
Más aún -piensa- con suerte aquella barcaza le llevará a tierra firme, de dónde
no se tenía que haber alejado.
El pescador, se encuentra desconcertado hace horas. El sol abrasador y
el cansancio han alterado su buen juicio. La calma chicha, le tiene aletargado,
y sus brazos ya lo le ayudan a remar.
- ¿A cuantas millas de tierra estaré?
De repente, ¿una esperanza? Sus cansados ojos tal vez le engañan. Pero
si no es así, aquello que ve a lo lejos es un pájaro.
- ¿Quizá estoy más cerca de casa de lo que imagino? -piensa.
Rema con las fuerzas que le quedan para acercarse hacia el pájaro.
Siente el alivio que supone encontrarse con aquel ave. Con suerte le indicará
el camino a casa.
Cuando el pájaro llega a la altura de la barca, ésta se sostiene sobre ella planeando.
Cuando el pescador llega justo debajo del pájaro deja de remar, para ver
que rumbo lleva el animalillo.
El pájaro al ver que la barcaza detiene su marcha, siente el impulso de
descender a posarse sobre ella y descansar. Pero se deja llevar por la
prudencia. Quizá no vaya a ser bien recibida -rumia. Sin decidirse a bajar, describe
un amplio círculo en el aire alrredeor de la barca.
El pescador, al ver la maniobra que el ave realiza justo encima suyo, se
pone a remar siguiéndole el rumbo al pájaro.
El ave, al ver que el pescador rema, sigue desde lo alto el rumbo que la
barca lleva.
Así, pescador y pájaro, se pasan horas perdidos en alta mar sin divisar
tierra firme. Vuela él, navega el otro. Rema él, le sigue el otro. Los dos
describen amplios círculos sobre el mar y el aire siguiéndose esperanzados uno al otro. Él sin entender al pescador. Él sin
entender a aquel pájaro.
- ¿Qué está haciendo, acaso no sabe a dónde va? -piensan.
El ave extasiada de cansancio, inicia su descenso hacia la barca. El
pescador sube los remos a la barca, y deja que la nave se meza suave sobre el
mar, hasta detenerse.
Sentado a popa, el pescador suspira. El pájaro, posado ya en proa,
pliega sus alas.
- ¿Qué haces? -dicen.
- Llevo horas siguiendo tu rumbo. - Acaso, ¿te has vuelto loco?
- Estamos perdidos. Quizá tú andes más extraviado que yo mismo. Te
compadezco amigo. Quizá te venga bien descansar un rato. És lo yo voy a hacer
–se dijeron uno al otro sin emitir sonido. Viajamos en un mar de incomprensión
y de dudas ¿Qué será de nosotros? No te culpo. Anda descansa.
Llevan horas en alta mar, los dos perdidos, y se han encontrado para
perderse a un más. Dejémosles descansar.
Una suave brisa los despabila.
- Ésta la mía.
El pájaro despliega sus remos… El pescador prepara sus alas.
Sin saber hacia dónde, emprenden marcha, sin adiós.
- Quizá es lo quedebía haber -
Nunca he confiado demasiado en mi.
hecho desde
el principio. Ya va siendo hora.
- Vamos allá -seaniman
El pescador ha virado para seguir su propio rumbo, no mira que dirección
toma el ave.
El pájaro alza el vuelo, sin fijarse en la dirección que toma la barca.
Nadie los guía , ahora se han encontrado, cada uno así mismo. Ya no se
sienten perdidos. Claro que les importa llegar a tierra firme, pero aun más su
decisión de seguir su propio destino.
Ignasi Fayos Pérez.